importado: la infamia de la lluvia
La gente le teme a la lluvia y la considera una prepoteada del clima. De ella se defiende con un paragüas.
Un paragüas es un objeto absurdo e indispensable casi en medidas iguales, como un reloj o un sombrero. Tener un paragüas no es sólo tener una ridícula e ilusoria manera de protegerse de la lluvia; es también tener la responsabilidad de no perderlo u olvidarlo, de cuidar que no se rompa y de aprender el fino arte de domar el viento y caminar por veredas como pasarelas incómodas e ínfimas. Es tan estrecho el vínculo que las personas entablan con su paragüas como inentendible la facilidad con que los abandonan en cualquier esquina cuando consideran que ya no les sirve. La relación de las personas con su paragüas y con el resto de las personas es de una semejanza terrible.