miércoles, 25 de octubre de 2006

para Julia.


CAMINABAN por el microcentro, todos juntos. Un hombre se acercó al funcionario y le pidió una moneda, que el funcionario le dio con asco. Dudu, de ocho años, preguntó:

— ¿Por qué ese hombre le pidió dinero a mi padre?
— ¡Porque no tiene nada! - casi que le gritó ella.

Una mujer que integraba la comitiva rápidamente dijo al niño:

— No, Dudu. Ese hombre es un viejo amigo de tu padre; necesita que le presten dinero y por eso se lo pide. Se lo devolverá luego.
— Quiero estar presente cuando lo haga, entonces - contestó Dudu, entornando los ojos con gesto avaro y desconfiado.

La mujer la llevó aparte y le dijo:

— No hagas eso, por favor. Es que Dudu no entiende estas cosas, él no sabe...
— ¿Qué no sabe?
— No sabe lo que es ese hombre. No sabe que hay pobres. No conoce a la gente así.

Su padre, un funcionario del Ministerio de Economía brasilero, lo había mantenido guardado en un barrio privado de Río de Janeiro durante toda su vida. Le había construido un mundo maravilloso donde la pobreza y el hambre no existían, o en el peor de los casos jamás iban siquiera a rozarlo. Así, Dudu creía que un mendigo podía ser tranquilamente un viejo amigo de su padre, que el término favela era un invento de la prensa sensacionalista y que las favelas mismas se encontraban en países lejanos y bárbaros, muy distintos de Brasil.
Volvían al hotel, uno de los mejores de Recoleta. Eran muchos; pasar por la puerta principal se hacía lento. Ella vio al botones dar un rodeo con el equipaje y entrar por una puertita más pequeña, justo al lado de la principal. Lo siguió, entró detrás suyo con total comodidad, por la puerta de servicio, y se reunió con los otros en el hall de entrada. La mujer la miró con suma repulsión y le dijo:

— ¿¡Cómo vas a entrar por la puerta de servicio?!
— Es que era más cómodo y rápido que por la principal...
— Date cuenta de que esa puerta es para gente que no está a nuestra altura, es gente que ocupa otro lugar...
— ¿¡Otro lugar?! Es la misma puerta, es sólo un poco más pequeña. Pero a través de ella puede pasar cualquier ser humano. Con ese criterio, debería haber una puerta para negros, o para judíos o para chinos...
— ¡Já! Estás hecha una psicobolche...

El día que la comitiva regresaba a Brasil, su suegra le dijo:

— Hay que hacerle un regalo a Dudu...
— Sí, yo ya lo pensé.
— Lo que quiera que sea, espero que valga más de cien pesos. El chico haría un escándalo si le regalaras una baratija. Dudu no acepta regalos baratos, y sabe el precio de todas las cosas.
— Entonces prefiero no regalarle nada.

Dudu volvió a Brasil, donde no hay pobres, ni negros, ni gente fea, sucia o hambrienta. Todavía tiene tiempo antes de empezar a preocuparse por su futuro. La realidad lo va a aniquilar con armas que él ni siquiera comprende, pero pasarán años.

miércoles, 18 de octubre de 2006

AIRBAG. Todo está mal en esa banda. No es sólo una cuestión de peinado. Tan malos son, que hasta las letras de sus canciones son agramaticales. "Si sólo eso fue" en lugar de "si eso sólo fue", o "cuando ya no habrá más nadie", en vez de "cuando ya no haya más nadie". No podés ser tan berreta. No importa que si lo decís como corresponde no te dé la métrica. No podés. Yo sé que la culpa no es de ellos, que son un puñado de pobres marionetas pintarrajeadas, pero me imagino que no están amenazados de muerte para hacer lo que hacen. Me dan vergüenza ajena; no puedo ver un video completo de ellos, que empiezo a hiperventilar de furia. Lo mismo me pasaba con un programejo de Flavia Palmiero, donde una tribuna llena de anencefálicos de Belgrano y Vicente López de entre dieciocho y veinticinco años debatía sobre temas "adolescentes", desparramando impunemente y al unísono su asquerosa ignorancia.
Leo un blog. Quien escribe lo hace muy bien, hasta que pone: "habían muchas variedades". Y ya no es lo mismo. Estoy cansada de escuchar a mi jefa resaltar con todo énfasis una ese al final de cada "visteS". Es verdad que raras veces la gente no se entiende por estas cuestiones, pero soy una tirana del lenguaje. Sí. Y sin embargo soy incapaz de corregir.
Una vez, conversando con alguien, me dijo: "yo siempre digo que todos tienen que salir de séptimo grado sabiendo hablar y escribir correctamente". No conozco mucha gente con la que comparta esta opinión. Me lo dijo un ex amigo, o algo por el estilo.

viernes, 13 de octubre de 2006

HOLA. Me encantaría que me explicaras, vieja verborrágica e insoportable, la relación que existe entre el hecho de que "yo sea joven" y la capacidad de discernir mejor que vos a qué paquete de salchichas "Granja Iris" corresponde el cartel pegado en la góndola. No es que "yo sea joven". Es que vos sos idiota. Gracias.

martes, 10 de octubre de 2006

LA culpa de todo esto la tiene Plutón, por ser un planeta enano y defectuoso. Que alguien me solucione este tema inmediatamente. No puede ser que de un día para el otro se borre a Plutón del Sistema Solar y se deje sin planeta regente a millones de escorpianos. Me niego a compartir la co-regencia de Marte con los histéricos de Aries.

domingo, 8 de octubre de 2006

ME voy a arrancar el corazón, lo voy a cortar en pedacitos y se lo voy a dar de comer a los gatos del Jardín Botánico.

miércoles, 4 de octubre de 2006

ME asombra cómo los nombres de aquellos que conozco, ya sea personalmente, por haber oído acerca de ellos o a través de las más complejas conexiones, se repiten permanentemente, formando secuencias, redes y equivalencias extrañísimas. Dudo que una repetición de esta naturaleza sea casual, pero no tengo la más mínima idea de lo que pueda significar.