lunes, 11 de julio de 2005

.new shit in the rock

TRABAJAR en el Club del Vino me da la posibilidad de enriquecerme musicalmente. Los espectáculos que ofrece el lugar son realmente increíbles. Allí, por ejemplo, tengo la oportunidad de ver shows memorables: nunca voy a olvidar LO MALOS que son.

Me refiero, por ejemplo, al
concierto que brinda Antonio "Libélula" Birabent todos los viernes de julio. Antonio, cuyo nombre significa "Aquel A Quien La Lluvia No Lo Inspira" en arameo, quiere ser Bob Dylan, y tocar como Jimmy Hendrix. Pero a pesar de sus infructuosos esfuerzos, sigue siendo Tony "Verdad/Consecuencia" Birabent. Pobre. El broche de oro del show es terminarlo tocando la guitarra acústica y cantando acapella, solo, arriba del escenario, lo cual lo favorece bastante porque casi no se lo escucha.

Y qué decir entonces de Cuarto Espacio, la bandita de Matías "Rock Star" Camisani (guitarra) y Nicolás "Montaña Rusa" Pauls (batería). En principio, que no los va a ver ni la madre. Por supuesto, hicieron sus apariciones de rigor
Dolo, Gastón "Borderline" Pauls, y el inclasificable Fena della Maggiora, que nunca sabremos a ciencia cierta quién es ni qué carajo hace, pero hay una cosa que es segura: donde hay reviente, está Fena. Y donde hay falopa, porque hubo que quemar un eucaliptus en la caldera central, más o menos, para combatir el olor a porro que subía desde los camarines.
Lo único rescatable de Cuarto Espacio es que los pibes tiene la mejor onda, porque si encima fueran soberbios directamente habría que minarles el escenario.
Son de lo más aburrido que ví hasta ahora, y nada de lo que hagan puede disimular que son un grupito de amigos que se juntan por hobby a tocar la guitarra y la batería, y alquilan un Teatro para diez o doce amigos y Fena della Maggiora. ¿El resto de la banda? Un tecladista y un falso Spinetta en bajo y voz, que estaban arriba del escenario por el sólo hecho de que hacerlos tocar detrás de las bambalinas hubiera sido demasiado...