domingo, 29 de noviembre de 2009

monsters

P. habla dormido. Elabora teorías inimaginables, lucha contra titanes y alienígenas, salva el mundo. A veces canta. Jamás dijo otro nombre.
Anoche dormía inquieto, como anticipando la tormenta. Me despertaron sus quejidos, un sonido tenue y sufrido. Me llenó de compasión su pesadilla, tal vez lo estuvieran acechando los horrores intangibles de los sueños. Decidí despertarlo. Abrió apenas los ojos.

-Estoy bien, estoy bien- me dijo. -Me di cuenta de que estaba hablando. ¿Sabés por qué lloraba? Porque no me dejaban comer una torta.

(Los monstruos de los sueños pueden tomar las más diversas formas).