ESCUCHAME una cosita, pelotudo: si yo quisiera salir a pasear por la ciudad a las ocho y media de la noche después de un día entero de laburo, me alquilaría un mateo en el Zoológico. Hay un tiempo estimado de viaje que yo tengo en cuenta cuando me subo a un colectivo, pero si vos vas a veinte porque tenés ganas de ver cómo cambian de color los semáforos yo nunca voy a llegar a horario, no sé si me comprendés, defectuoso. Yo tengo mucha consideración con casi todo el mundo, pero la próxima vez que me toque de chofer un incapacitado mental no voy a parar hasta que termine juntando cartones por el resto de su miserable y parasitaria vida.