domingo, 16 de abril de 2006

this one goes for you

HAY personas que dejan marcas tan profundas en nosotros, que incluso llegan a adueñarse completamente de la forma en que percibimos algunos lugares, de palabras, gestos o perfumes; de alguna que otra canción o de discos enteros, de un color, de sonidos, de una hora de la noche, de un barrio, de una forma de pensar y hasta del miedo. A veces, cada una de estas cosas es como su mismísimo nombre.
Cuando esto pasa, recordar duele, y olvidarse es peligroso e imposible.