domingo, 9 de abril de 2006

la argentinidad

EL chofer del bondi y una señora intercambian comentarios:

Ella: qué sucia que está la ciudad, toda llena de basura... estos cartoneros...
Él: sí, es un desastre... que revuelvan, pero que después vuelvan a dejar todo como estaba...

Sí, la verdad: aun las personas arrojadas a los más extremos medios de supervivencia, brutalmente excluidas y degradadas por la organización social y política en la que están inmersas tienen, así y todo, la obligación cívica, ética y moral de mantener el -ficticio- orden de esa organización antropófaga. Es de buen ciudadano, y además la ciudad se vería mucho más linda. Los cartoneros deberían ser obligados a decorar sus carritos con guirnaldas y globos, y con luces intermitentes en las Fiestas.
Además, estaría buenísimo:

* Que los piqueteros avisen cuando van a cortar alguna ruta o algún puente para reclamar aumentos salariales o planes trabajar, y distribuyan el día anterior un panfleto con rutas alternativas para que todos podamos llegar a horario al trabajo y cumplir con nuestros deberes laborales como corresponde.

* Que los docentes organicen un cronograma de paros para reclamar aumentos de sueldos, así las familias de los niños pueden programar actividades de esparcimiento con sus hijos, o alguna mini vacación en Playa Bristol, o dormir hasta más tarde.

* Que los estudiantes universitarios de las facultades "comprometidas" anticipen cuándo van a tomar las aulas para reclamar presupuesto universitario, así los alumnos políticamente imparciales no pierden sus clases, y pueden juntarse con antelación con sus amigos a tomar cerveza o mirar películas iraníes.

* Que todo aquel que está disconforme con algo y quiera juntarse a manifestar con algunos cientos de personas igualmente disconformes con la misma cosa avise antes al presidente y a la policía, así el presidente puede huír a las Islas Canarias sin que nadie lo moleste, y la policía puede reprimir a los manifestante uno por uno en la comodidad de sus domicilios.