domingo, 25 de abril de 2010

oficina de Dios sucursal zona Sur

Ellos querían casarse en la Basílica Sagrada Familia de Nazareth, en Banfield, porque su novio había sido bautizado allí. Ella pidió una entrevista, pero le dijeron que debía ir personalmente, a las 7 de la mañana. Atenderían por orden de llegada.
Ese día, cuatro novias esperaban delante de ella. Le dijeron que el tope era cuatro, que tenía que volver. Volvió, pero de nuevo quedó quinta. Así por varios días.
Se le ocurrió preguntar en la sacristía cuál podría ser el problema. El sacristán le dijo que sólo casaban cuatro novias por mes. Ella le dijo que siempre que iba tenía alguien adelante, que era imposible; no importaba a qué hora llegaba, siempre terminaba quinta. A lo que el sacristán respondió que en esas oficinas ellos no podían solucionarle el problema, que si siempre pasaba lo mismo, será que Dios no quiere que ella se case.