miércoles, 19 de octubre de 2005

¿USTEDES a quién van a votar? Saben que se vota, ¿no? Yo no sé. No sé si voy a ir a votar. No sé nada.
Me molesta la clase política. Me molesta que reciten sus discursos como sonetos, que las esposas de los funcionarios se metan siempre en el medio, que usen siempre las mismas gastadas frases, que se quieran hacer los copados, que quieran llegar "a la juventud", "al pueblo", "a nuestros jubilados".
No soporto el doble discurso. Un país que se jacte de ser democrático no puede imponerme el voto.
"Pero si no la obligan la gente no vota". Bullshit. Si la gente no vota es porque el gobierno no fomenta la conciencia política, pauperiza la educación y reprime toda ideología opositora. Es una democracia terrorista: si no vas a votar te imponen una multa, te amenazan con ir preso, con no poder salir del país. Mentira. La multa está estipulada en pesos argentinos, y por eso no puede aplicarse. Más allá de que la equivalencia en la moneda corriente sería de menos de $1,50. Y las inhibiciones tienen un máximo de tres años, luego estás limpio. No te pueden meter preso por no votar.
Tengo seis o siete escuelas a cinco cuadras a la redonda de mi casa, pero tengo que ir a votar a 10 kilómetros. Nunca sé si la gente con la que comparto el padrón está viva o muerta. Los candidatos me parecen payasos. La clase dirigente vive en una burbuja.

No puedo votar, no quiero. No voté en las últimas elecciones y todavía estoy acá. No fui presa, ni me abdujeron los extraterrestres; no me hallanaron la casa ni me confiscaron al gato. Podríamos tomar los
$50 que le regalé al plomero como una multa, pero estaríamos hilando muy fino.

Hay una cosa que me gustaría que hicieran los que
votan: cuando salgan del cuarto oscuro, sin importar a quién hayan votado, miren al presidente de mesa cuando les devuelve el documento, y diganle: "Yo voté a Macri".