.happy shopping
HOY me levanté y decidí ir a caminar con 150 pesos en la billetera y reventármelos en lo que se me diera la gana. Era un mimo que me debía desde hace años. Y caminé muchísimo a lo largo de Santa Fé, hasta terminar, como siempre, "perdida en la Bond".
ES cierto que en este país (porque la culpa de todo la tiene siempre el país)150 pesos no ofrecen grandes opciones a la hora de hablar de consumo, pero bastaron para conseguir la tan ansiada felicidad (que hoy vino en forma de jean y remera de Jem), después de batallar contra la enorme frustración de darse cuenta de que la ropa le va a quedar indefectiblemente mejor al maniquí que a una.