.nuestra vieja de mierda de cada día
YO estaba esperando el colectivo 45, allá en la República de Lanús. Era la segunda de la fila, pero como había mucho sol y tenía calor, estaba un poquito más alejada del poste de la parada, debajo de un techito que me hacía de sombrilla. Llega una mina (grande, de unos 50 y pico) y se dispone a esperar el bondi en la parada. Y cuando el bondi llega y yo estoy a punto de subirme, la mina me bloquea el paso y se planta delante de la puerta, gira levemente la cabeza por sobre el hombro y me dice:
— Ay, me parece que estabas vos...
Y, tras decir esto, y con absoluta impunidad y alevosía, se sube al colectivo antes que yo y me caga el último asiento a la sombra que quedaba en todo el bondi.