miércoles, 30 de marzo de 2005

.nuestra vieja de mierda de cada día

YO estaba esperando el colectivo 45, allá en la República de Lanús. Era la segunda de la fila, pero como había mucho sol y tenía calor, estaba un poquito más alejada del poste de la parada, debajo de un techito que me hacía de sombrilla. Llega una mina (grande, de unos 50 y pico) y se dispone a esperar el bondi en la parada. Y cuando el bondi llega y yo estoy a punto de subirme, la mina me bloquea el paso y se planta delante de la puerta, gira levemente la cabeza por sobre el hombro y me dice:

— Ay, me parece que estabas vos...

Y, tras decir esto, y con absoluta impunidad y alevosía, se sube al colectivo antes que yo y me caga el último asiento a la sombra que quedaba en todo el bondi.